Archivo de la categoría: España

Palacio Real de Madrid (2): atardecer

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Palacio Real de Madrid. Fachada norte.

El Palacio Real, cuyo proyecto ha llegado hasta nosotros en varias series de copias y del que se hizo una gran maqueta hoy perdida, había de levantarse en un terreno llano, pues Juvara no quiso de ninguna manera construir en el solar del antiguo porque su estrechez e irregularidad harían que el mejor arquitecto perdiese su crédito. Se desarrollaba ampliamente en horizontal, aunando reminiscencias e influencias francesas e italianas en la disposición general y en los alzados, dominados por un orden gigante sobre la planta baja almohadillada, conforme al consagrado modelo berninesco. Los cuatro grandes patios seguían la forma habitual en Italia; entre los dos principales se situaban la capilla y la biblioteca, y un lado entero del mayor estaba ocupado por las escaleras principales.
La armonía de la disposición general, la elegancia de los alzados y su enorme tamaño habrían hecho de este Palacio Real el más importante entre los llevados a cabo en Europa durante el siglo XVIII, y posiblemente el prestigio del arquitecto hubiera acabado convenciendo a Felipe V de que se construyera así, y no en el lugar del antiguo como era la voluntad del rey. Pero Juvara murió a principios de 1736, y cuando su discípulo turinés Giovanni Battista Sachetti llegó a Madrid al año siguiente se encontró que su misión no consistía -como antes había hecho en Rívoli, por ejemplo- en ejecutar los diseños de su maestro que le había recomendado a tal efecto, sino en idear un nuevo proyecto para el histórico solar del Alcázar adaptando el de Juvara a tal emplazamiento, cosa imposible en sí misma.
Sacchetti tenía listo el proyecto en 1737 y el 9 de abril de 1738 se puso la primera piedra del nuevo edificio concebido y construido con solidez para la eternidad. En nuestra opinión, el arquitecto turinés salió airoso de las dificultades que le imponían el programa a desarrollar y el ingrato emplazamiento, creando además un monumento noble, elegante y correcto dentro de los principios juvarianos directamente influidos por Bernini.

Anteriores posts sobre el Palacio Real de Madrid:

Palacio Real de Madrid (1): de noche.

Templo de Debod, Madrid

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El Templo de Debod constituye uno de los tesoros artísticos de Madrid, donado por el gobierno egipcio a España, tras la ayuda prestada durante la construcción de la presa de Asuán:

«Según sostiene la Real Academia de la Historia, el templo fue fundado en la Baja Nubia -región atravesada por el río Nilo entre Asuán, en Egipto, y Jartum, en Sudán- 200 años antes de Cristo. El monumento, que fue ordenado construir por el rey kushita Adijalamani de Meroe, estaba dedicado al dios Amón de Debod, «padre de todos los vientos», y a Isis de Filé, «diosa de la maternidad». Posteriormente, fue embellecido y reformado por los faraones de la dinastía ptolemaica.

En el año 30 a. C. Roma conquistó Egipto tras la victoria de Octavio Augusto sobre Marco Antonio y Cleopatra. El emperador Augusto añadió al santuario un «mammisi» o «capilla donde nacen los dioses», y más adelante el Imperio romano continuó la ampliación y renovación del edificio hasta que en el 635 d. C. se puso fin al culto pagano en la Baja Nubia. El templo fue clausurado y abandonado, y Occidente se olvidó de Egipto y de Nubia hasta el siglo XIX. Para entonces, nómadas, cristianos y musulmanes ya habrían pasado por el santuario.»

Museo de Santa Cruz: patio

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Se trata del antiguo Hospital de Santa Cruz, fundado por el Cardenal Mendoza para albergar a niños huérfanos y desamparados. Hoy contiene una colección muy interesante de arte, compuesta por piezas de arqueología, artes decorativas y bellas artes.

El Museo es obra de Alonso de Covarrubias, que también es autor de este patio en el que existe una escalera que permite ascender al piso de arriba.

El Alcázar de Segovia (1)

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Wikipedia:

«La primera noticia documental que se conserva del edificio data del año 1122, poco después de que Alfonso VI de León reconquistase la ciudad, aunque no es hasta 1155 cuando aparece citado con la denominación de alcázar, en una carta custodiada en el archivo de la catedral. Fue residencia del rey Alfonso VIII. En 1258, reinando Alfonso X, se hundió el palacio cuando el rey se encontraba en su interior. Este núcleo más antiguo corresponde con la sala de armas. Fue numerosas veces restaurado y ampliado, posiblemente desde Alfonso X hasta Felipe II. A este último se debe su aspecto actual, su «silueta» lo hace único entre los castillos españoles».

Palacio Real de Madrid: de noche (1)

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Fachada izquierda del Palacio Real de Madrid, que se abre a la Plaza de Oriente y al Teatro Real.

«Con una extensión de 135 000 m² y 3418 habitaciones (en superficie, casi el doble que el Palacio de Buckingham o el Palacio de Versalles), es el palacio real más grande de Europa Occidental.[2] Alberga un valioso patrimonio histórico-artístico, destacando el conjunto de instrumentos musicales conocido como los Stradivarius Palatinos, y colecciones muy relevantes de otras disciplinas como pintura, escultura y tapicería. Las salas de Estado y las colecciones artísticas están abiertas a las visitas siempre que no haya actos oficiales».

Sobre su construcción:

«Aunque en primer lugar se lo encarga a Filippo Juvara, será su discípulo, Juan Bautista Sachetti, quien se ocupe de realizar los planos definitivos tras la muerte del primero. Transcurren diecisiete años desde que se pone la primera piedra, en 1738, hasta que se terminan las obras encargadas por Felipe V. Será Carlos III -conocido con el sobrenombre de «el rey alcalde» por la gran cantidad de reformas e iniciativas que desarrolló en la ciudad-, el primer monarca que viva en el palacio y quien se ocupe de completar la decoración. Sus sucesores, Carlos IV  – a quien se debe la creación del Salón de Espejos- y Fernando VII, añadieron al conjunto objetos de carácter decorativo, como relojes, muebles, arañas o candelabros».

La Capilla del Espíritu Santo

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Se trata de una Capilla que se abre a la fabulosa Sacristía de las Cabezas de la Catedral de Sigüenza. En esta entrada, nos fijaremos en la verja de entrada a dicha Capilla.

«La Capilla del Espíritu Santo se abre, a la sacristía de las Cabezas, por medio de una portada, muy ornamentada, con arco de medio punto y reja bellísima, de hierro forjado, obra de Hernando de Arenas (1561), que no hizo la traza, sino que trabajó según dibujo ajeno, del famoso Xaimete o Xamete, que vivía en Cuenca y hacía dibujos por encargo para altares y monumentos. Es muy probable que no fuera esta la única traza que Xaimete dibujara a Arenas, ya que existe gran semejanza entre esta reja y la de la capilla de la Asunción de la catedral conquense, por lo cual debe ser aproximadamente de la misma época».

El Doncel de Sigüenza

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Es, sin duda, una de las esculturas más importantes del arte funerario español y que ha hecho que la catedral de Sigüenza, y en especial la capilla de los Vázquez de Arce, tenga fama internacional.
Martín Vázquez de Arce, el Doncel, falleció a los 25 años de edad, en la Vega de Granada, durante los últimos momentos de la Reconquista.
La foto muestra su perfil desde su lado izquierdo. La escultura lo representa concentrado en la lectura de un libro, que es el único problema que presenta: el tomo es demasiado pequeño para que el libro pueda cerrarse.
Al fondo se ve a Santiago Peregrino, con la concha en el sombrero y el bastón de su mano derecha.
Se considera una representación del caballero renacentista (está realizada a principios del siglo XVI) por la unión de las armas (caballero muerto en batalla, por eso no está reclinado en cojines) y las letras (leyendo un libro). Además, las proporciones del cuerpo son perfectas, según los cánones del Renacimiento.
Por último, es digna de mención la serenidad que emana del conjunto pero, sobre todo, de la expresión del rostro.